En reiteradas ocasiones hemos reforzado la idea de que ser bilingüe o conocer bien dos idiomas no basta para practicar la traducción o interpretación de conferencia. Claramente es de gran ayuda contar con la ventaja de ser bilingüe, pero insisto, eso no cataloga a nadie de traductor o intérprete.
Piensen en que los mensajes cuando no se transmiten bien, incluso en el mismo idioma de emisor y receptor, conducen a graves malos entendidos que luego de aclarar la situación pueden no terminar de mala forma. Llevemos esto al mundo de la traducción o la interpretación donde el tiempo o la capacidad de corregir no son precisamente aliados. El caos que pueden generar estos “malos entendidos” puede incluso causar problemas diplomáticos.
El siguiente artículo describe de manera bastante clara algunos de los problemas causados por un mensaje transmitido erróneamente. Puedes leer el artículo aquí.