Anteriormente ya nos hemos referido a los aspectos culturales asociados a la traducción e interpretación. También hemos dicho que la traducción permite mayor tiempo para estudiar, indagar, informarse sobre aquellos aspectos que pudiesen ser un poco más complejos o comprobar y confirmar que el término que se ha decidido usar es el correcto. Todo este tema cultural se ve reflejado dentro del mundo de la traducción en películas, libros, publicidad y la disciplina que se ocupa de esto se conoce como localización.
Una de las diferencias entre la traducción y la interpretación, sea esta simultánea o consecutiva está asociada al tiempo. Mientras la traducción permite tiempo para buscar los términos adecuados, la interpretación se trabaja en tiempo real (simultánea) o casi real (consecutiva).
Los aspectos culturales que rodean la disciplina de la interpretación son, para el intérprete, herramientas de trabajo. Hay que recordar que los intérpretes también trabajan codo a codo con extranjeros y no siempre están en sus habitáculos de trabajo más conocidos como cabina de interpretación simultánea y en ese sentido estos profesionales deben estar al tanto de que cosas son o no prudentes hacer frente a un determinado personaje extranjero. Desde la forma de saludar hasta qué temas pueden o no ser apropiados para una conversación.