La labor de traductores o intérpretes no sólo está sujeta a su desempeño que, por cierto, debe ser siempre el óptimo.
Existen también otras condiciones que no son ajenas a la función de puente comunicativo entre emisor y receptor. Uno de esas condiciones dicta relación con la ética que sabemos comprende una serie de elementos que como profesionales respetamos. Algunos de esos elementos tienen que ver con la confidencialidad, la aceptación de trabajos para los que no tenemos a los profesionales idóneos por mencionar algunos.
Debemos también considerar aquellos temas éticos que son pertinentes a la competencia, como por ejemplo aceptar trabajos de interpretación simultánea con un solo intérprete en lugar de dos para abaratar costos al cliente.
Existen instituciones que dictan sus propias normas éticas y los profesionales que están inscritos en éstas se comprometen a seguir esas reglas, aunque no es necesario pertenecer a ningún tipo de entidad para dar cumplimiento a los requerimientos del cliente y ejecutar la labor considerando las normas de ética.
A modo de ejemplo, revisemos lo que dice el Colegio de Traductores e Intérpretes de México al respecto.